Culto Profético 2012

jueves, 30 de junio de 2011

El ministerio multidimensional de Jesús (1ra Parte)

En una ocasión, se me pidió que escribiera un artículo acerca de Liderazgo Cristiano”. Estuve buscando por días en que basar este artículo, y llegué a la conclusión que para poder tratar este tema necesitaba un modelo de líder. Pensé en varios personajes bíblicos, que aunque tenían varias de las cualidades que se requerían para ser buenos líderes; ninguno de ellos lideró a la perfección. Todos manifestaron su talón de Aquiles.

Moisés, por ejemplo, no pudo entrar a la tierra prometida. En Éxodo 20: 1-12, leemos que el Señor le dijo a Moisés que le hablara a la peña; no que la golpeara como en la primera ocasión. Moisés, en cambio, la golpeó y no le habló. Esto le costó la entrada a la tierra prometida. El Rey David, el hombre del cual dice La Palabra que era conforme al corazón de Dios, también tuvo su debilidad. La prueba está en el doble pecado que cometió con Betsabé y Urias el Heteo. ¿Y que me dices de Salomón, el hombre mas sabio que ha existido en la tierra? Aun con toda su sabiduría no pudo evitar caer en la idolatría. Te podría mencionar muchos otros grandes líderes y sus faltas, pero esta no es la intención ni la motivación de este escrito.

Después de tanta búsqueda sin obtener resultado alguno, oré al Señor y le pedí que me mostrara el modelo a seguir. Fue entonces cuando pude escuchar casi audiblemente la voz del Señor que me decía: “Jesucristo es el líder por excelencia”. Gracias a esta revelación me fue mucho más fácil escribir el artículo. No solo escribí un artículo, sino que preparé un bosquejo con ocho asuntos a tratar acerca de Jesucristo como líder. A estos artículos denominé “Liderazgo Cristiano: al estilo de Jesús”. Mi hermano Juan de Jesús los leyó y me sugirió que escribiera un libro. Este libro aun está siendo elaborado, y llevará un título diferente al mencionado anteriormente.

“Porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en Él, que es la cabeza de todo principado y potestad.” (Colosenses 2: 9, 10).

Al estudiar las Escrituras, en los Evangelios, observamos a Jesús obrar en diferentes dimensiones. El fue hecho hombre y vino a la tierra para mostrarnos la voluntad del Padre, a través de la ejecución de Su ministerio multidimensional. El ministerio de Jesús fue un ministerio íntegro, completo… por eso dice La Palabra que en “Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad…” Colosenses 2: 9). Él no solo proclamó el Reino de Dios; sino que también sanó enfermedades, echó fuera demonios, trajo iluminación al texto sagrado, delegó funciones, etc. En el postrer artículo expondré, brevemente, las cinco principales dimensiones del ministerio de Jesús.

martes, 28 de junio de 2011

Diseños



“Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire como sobreedifica. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que esta puesto, el cual es Jesucristo.”

I Corintios 3: 10

            Es impresionante el poder contemplar las grandes edificaciones que existen en las más importantes ciudades de todo el mundo. ¿Quién no se inmutaría al observar los grandes rascacielos y la Estatua de la Libertad en Estados Unidos, La Torre Eiffel en Francia, La Torre Pizza en Italia, La Muralla China; así como todos los obeliscos y catedrales de los cinco continentes? Creo que todos quedaríamos sin palabras y nos quitaríamos el sombrero en honor a los constructores de dichas edificaciones, si estuvieran frente a nosotros. Sin embargo, considero que el placer sería mucho mayor, si quienes estuvieran frente a nuestros ojos fueran las personas que concibieron la creación de dichas obras.

            Existe una gran diferencia entre lo que es un arquitecto y un constructor. Según el diccionario Larousse, Arquitecto “es la persona que concibe la creación de un edificio, inmueble, etc., y controla su ejecución”, mientras que un Constructor “es la persona que se dedica a construir obras de arquitectura…” esto quiere decir, que un constructor solo edifica lo que ya el arquitecto ha proyectado o diseñado; nada mas, nada menos. La gloria del constructor se encuentra en poder materializar los proyectos del arquitecto, y hacerlo bien.

            De esta misma manera sucede en el Reino de los Cielos. Dios, concibió, desde antes de la fundación del mundo, los diseños o proyectos para la humanidad en general y para cada uno de nosotros de manera particular. La gloria de cualquier creyente se encuentra en poder descubrir los diseños divinos, y establecerlos aquí en la tierra. Nosotros no diseñamos nada, Dios ya lo hizo por nosotros desde la eternidad. Nuestra labor primordial es ser edificadores del Reino de los Cielos aquí en la tierra, con los diseños que ya Él proyectó. Aleluya.
            La Palabra de Dios expresa en Éxodo 25: 9 “conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haréis”, y otra vez en Éxodo 25: 40 “mira y hazlo conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte”.

            Desde el capitulo 25 hasta el capitulo 28 del Éxodo, observamos a Jehová dando instrucciones a Moisés. Estas instrucciones fueron en relación a la construcción del tabernáculo, el  Arca del Testimonio, los utensilios y hasta acerca de las vestiduras de los sacerdotes. Dios estaba interesado en que Moisés hiciera todo esto exactamente como Él se lo había mostrado. Así mismo, Él está interesado en que tu y yo hagamos todo de acuerdo al diseño original. Él es el Arquitecto por excelencia, y nos dice en estos días, al igual que a Moisés en su tiempo: “Conforme a todo lo que Yo te muestre… así lo haréis”, “mira y hazlo conforme al modelo que te ha sido mostrado…”.

            Es mi deseo, que a través de la lectura de este artículo, comiences a recibir la revelación de los diseños divinos; y que según se te revelen empieces a edificar para la gloria y la honra de nuestro Señor Jesucristo. Profetizo sobre tu vida, amado lector, que a partir de este momento recibes la revelación del Reino de Dios y su estructura. Declaro que eres una tierra fértil; tierra en la cual Dios ha sembrado la semilla de la revelación, la cual provoca que haya un rompimiento en tu vida, y como consecuencia te elevas a otro nivel de gloria. Amen.

            Pastor Ramón Rodríguez

lunes, 20 de junio de 2011

Casa apostólica (todo está en la casa)

Hay cosas en la vida que realmente uno no pide. Yo no pedí, por ejemplo, nacer en República Dominicana. No pedí tener los padres que tengo y ni siquiera pedí nacer. No pedí ser hombre (aunque agradezco cada día mas a Dios por este hermoso privilegio). No pedí ser cristiano y mucho menos quería, en mis principios, asistir a la congregación a la cual pertenezco. Y sobre todas estas cosas, nunca pedí ser llamado al ministerio profético.

Me gusta siempre contrastar mi vida con la de los héroes de la fe, porque al hacerlo puedo comprender en que etapa o estado se encuentra mi vida. Además, de esa misma manera, puedo asumir los mismos principios eternos que a ellos les favorecieron. Ninguno de estos personajes pidió vivir de la manera en que les tocó.

Podríamos considerar la vida de Jabes, quien no pidió llamarse dolor y aún así, dice la Palabra que, llegó a ser mas ilustre que sus hermanos. Moisés no pidió ser tartamudo, haberse criado en la casa del faraón o ser llamado para liderar al pueblo de Israel, mas aún así Dios habló con el cara a cara y lo llamó Su amigo. José no pidió soñar ni ser menospreciado ni vendido por sus hermanos a causa de dichos sueños; a pesar de todo esto llegó a ser el segundo al mando en Egipto. David no pidió ser el hijo de un hombre que lo desvalorizaba, pero aún así llegó a ser el más consagrado de todos los reyes de Israel; un hombre conforme al corazón de Dios. Eliseo estaba trabajando la tierra cuando fue llamado al ministerio profético, el no pidió ser profeta, mas aún así Dios lo respaldó y llegó a ser un gran profeta bajo una doble impartición del espíritu de Elías.

Iglesia, tu no has pedido ser marcada con un propósito tan extraordinario, no has pedido ser una iglesia edificada bajo el fundamento de apóstoles y profetas. Iglesia de Cristo, tu no has pedido ser la sal y la luz del mundo, tampoco has pedido haber sido plantada en esta tierra, pero esto es lo que Dios ha  planificado para ti desde la eternidad. Debes caminar bajo el propósito de Dios para que seas eficaz en lo que el ha diseñado. Dios ha prometido respaldarte y mostrar Su gloria a través de ti. Iglesia levántate y resplandece porque tu hora ha llegado.

Hay dos ópticas con las que podemos ver la Iglesia. Podemos verla a través de la óptica terrenal y veremos una Iglesia estancada, derrotada, sin recursos, sin esperanza, desolada; o podemos verla a través de la  óptica del reino, una óptica espiritual, y veremos una Iglesia en movimiento, victoriosa, en abundancia, con la esperanza de gloria, fructífera. Tenemos que aprender a ver las cosas como realmente son y no como ellas pretenden ser. Muchas personas están en sus congregaciones y se sienten desorientados, sin entender lo que está sucediendo, ciegos y ajenos a la visión. Quizás las cosas no son como queremos, pero el asunto no es lo que el hombre quiere sino lo que Dios procura. El problema está en que muchos cristianos están buscando afuera lo que solo puede ser suplido en casa. Algunas personas, hablando secularmente, no solo se van a la calle a buscar lo que necesitan, sino que también se lanzan a las casas de los vecinos, donde no le comprenden.

Todo está en la casa; la iglesia es una casa apostólica. La palabra de Dios registra en el Evangelio según Lucas 15: 11-32 la historia del hijo pródigo. El hijo prodigo se cansó de vivir en casa con sus padres y hermanos, y pidió su herencia. Ya estando fuera de casa malgastó su herencia a tal punto que comía del alimento de los cerdos. Esto mismo es lo que está sucediendo con muchas personas en las congregaciones, se han vueltos hijos pródigos. Aunque nunca han dejado de ser hijos están alejados de la casa. Esto es lo que el Espíritu dice a la Iglesia: “Hijo pródigo, regresa a la casa en donde fuiste engendrado y donde se encuentran tus padres; es allí donde hay abundancia para tu vida.”

En 2 Reyes 4: 1-7 encontramos una historia muy singular. Una viuda estaba en necesidad, su casa estaba aparentemente en escasez. Ella le reclamó al profeta que hiciera algo por ella. La mujer aquí representa la paternidad de la casa, ella era quien gobernaba, velaba por sus hijos y tomaba las decisiones; el futuro de la casa y los residentes estaban en sus manos. Los acreedores querían llevarse a uno de sus hijos, y eso está pasando hoy en las congregaciones. Las congregaciones se han vuelto lugares en donde no hay complacencia, sino precariedad y desaliento. El profeta comienza a cuestionarla acerca de lo que ella tenía en su casa. Ella menospreció, con su respuesta, lo que tenía en casa. Y Eliseo le dijo: ¿Qué puedo hacer por ti? Declárame qué tienes en casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite.”(2 Reyes 4: 2. Muchos creyentes, entre ellos líderes, están menospreciando lo que tienen en su casa (Iglesia). La mujer estaba tan ciega que no se percató de lo que había en su casa y lo menospreció. Muchos cristianos están menospreciando lo que hay en casa, y por eso han buscado la solución en otros lugares.

           La mujer tenía algo muy valioso en su casa, una vasija de aceite. Muchos creyentes no se han percatado de lo que tienen en sus congregaciones. Lo que Dios ha depositado es algo muy valioso; la unción y el poder del Espíritu Santo. La orden del profeta, para la mujer, fue que buscara vasijas prestadas donde los vecinos, no que buscara aceite u otra sustancia ¿Por qué? Porque todo se encontraba en la casa. Esto es lo que Dios nos dice hoy a nosotros Iglesia, que no busquemos afuera lo que solo podemos encontrar adentro en la casa. En el momento de buscar las vasijas, no debemos ser apocados, debemos buscar en abundancia porque tenemos en abundancia. Esta es la misión de una Iglesia apostólica, tener y dar en abundancia. La Iglesia debe ser un lugar donde se suplan todas las necesidades porque todo está en la casa.

          Luego entra y cierra la puerta detrás de ti y de tus hijos y echa el aceite en todas estas vasijas, poniendo aparte las que estén llenas. (2 Reyes 4: 4). Lideres, esta es la orden que Dios está dando para Su casa. Enciérrense con sus hijos y cuando un ministro esté lleno y preparado, pónganlo aparte, comisiónenlo, envíenlo. La Iglesia es una casa apostólica y está en la responsabilidad de preparar a sus ministros y enviarlos a las naciones así como hizo Jesús. Lo importante en todo esto es que Dios está obrando en Su Iglesia según los recursos, la unción, el poder y la influencia que hay en ella. En el momento que Moisés estaba siendo comisionado “…Jehová le dijo: « ¿Qué es lo que tienes en la mano?» «Una vara tosca», le respondió él” (Éxodo 4: 2).

            En la alimentación de los cinco mil los discípulos le pidieron a Jesús que despidiera a la gente para que fueran a comer algo “…Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer.  Ellos dijeron: No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces. Él les dijo: Traédmelos acá. Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos, y los discípulos a la multitud. Comieron todos y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas. Los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.”
            Iglesia, no menosprecies lo que tienes en casa. Dios ha provisto en Su iglesia todo lo necesario para que ella lleve a cabo su misión, y para que cada creyente se engrandecido. Iglesia, tu eres una casa apostólica para las naciones. ¡Todo está en la casa!

sábado, 18 de junio de 2011

Isaac vs. Ismael

Aunque en el Antiguo Testamento no se usaba el termino Apóstol como se utiliza en el Nuevo Testamento, reconocemos a Abraham como un Apóstol. Abraham fue un hombre sobre el cual Dios puso Su mirada, lo señaló, lo llamó por su nombre, le dio una comisión especial, lo capacitó, lo apartó y lo envió.

Vemos en el libro del Génesis 15: 4-5 que El Señor le dijo a Abraham: "No te heredara este, sino un hijo tuyo será el que te heredara. Y lo llevó fuera y le dijo: mira ahora los cielos y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia". En ese momento Sarai (Sara) mujer de Abram (Abraham) era estéril e intentó hacer en la carne lo que Dios prometió en el Espíritu. Sara le entregó a Agar su sierva para que procreara un hijo, de esta unión nació Ismael. Abraham también llegó a pensar que en Ismael Dios le iba a dar descendencia, pero en Génesis 17:19 Dios le dice: "Ciertamente Sara tu mujer te dará un hijo, y llamarás su nombre Isaac, y confirmaré mi pacto con el como pacto perpetuo para sus descendientes después de el" El Apóstol Pablo se refiere a este mismo hecho en su Epístola a los Gálatas cuando dice: "Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos, uno de la esclava el otro de la libre. Pero el de la esclava nació según la carne; mas el de la libre por la promesa... Mas ¿Que dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre" Gálatas 4: 22-23; 30.

Hay diferencias bien marcadas entre lo concebido en la carne y lo concebido en el Espíritu (por la promesa): 
I) Tanto Ismael como Isaac (tipo de Jesucristo) representan dos tipos de gobiernos.

a) Ismael representa el gobierno democrático, que no tiene mucha trascendencia. Este es un gobierno de hombre, carnalmente establecido que intenta asfixiar los planes de Dios, pero no puede.

b) Isaac representa el Gobierno Teocrático. El cual posee toda la trascendencia Espiritual. Este es un Gobierno establecido por Dios y para Dios desde antes de la fundación del mundo. Es un Gobierno que viene como promesa Apostólica, porque Isaac es tipo de Jesucristo. Jesucristo establece su Gobierno Teocrático: un Gobierno " edificado sobre el fundamento de los Apóstoles y Profetas, siendo la principal piedra del Angulo Jesucristo mismo". Efesios 2:20

Por mucho tiempo la Iglesia de Cristo le ha estado haciendo daño a su gente, porque ha estado procreando hijos según la prole de Ismael. Este es un tiempo de Reforma Apostólica y Profética, donde Dios está levantando hijos según la prole de Isaac para que hereden la Tierra y las promesas de Dios. Fuera el espíritu de Ismael de la Iglesia.

"Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual esta le había dado a luz a Abraham, se burlaba de su hijo Isaac" Génesis 21:9

 II) El gobierno democrático estorba los planes del Gobierno Teocrático, pues este se quiere anteponer. Es tiempo de levantarse en el poder del Espíritu Santo para sacar el gobierno democrático de la Iglesia, y establecer el Reino de Jesucristo. "Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual esta le había dado a luz a Abraham, se burlaba de su hijo Isaac" Génesis 21:9

III) Lo Teocrático no tolera lo democrático y lo desarraiga. Cuando el Gobierno de Dios es establecido queda manifiesto que este no puede cohabitar con lo democrático. "Por tanto, dijo a Abraham: Echa a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de heredar con Isaac mi hijo". Génesis 21:10.

IV) Lo carnal o democrático (los que son hijos según imposiciones humanas) reciben una revelación momentánea del Dios que me ve. Cuando dejamos que en la Iglesia fluya lo democrático, la revelación de parte de Dios es muy pobre, solo estamos de paso. "Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tu eres Dios que me ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve? Por lo cual llamó al pozo; Pozo del Viviente que me ve". Génesis 16: 13-14.

V) Lo Espiritual o Teocrático (los que son hijos según promesas divinas) habitan en la revelación del Dios que me ve. Cuando permitimos que sea el Gobierno de Dios el que sea establecido y no el del hombre venimos a recibir una mayor revelación de los misterios divinos. No hemos venido al "Pozo del Viviente que me ve" solo de paseo, hemos venidos para quedarnos. Aleluya.


"Y sucedió, después de muerto Abraham que Dios bendijo a Isaac su hijo; y habito Isaac junto al  "Pozo del Viviente que me ve". Génesis 25: 11.

Saquemos al espíritu de Ismael de la Iglesia y de nuestras vidas para que venga a morar el Espíritu de Isaac. Amen.

viernes, 17 de junio de 2011

La declaración profética como base para el evangelismo eficaz


El ministerio quíntuple es como una caja de herramientas. Al momento de construir un mueble son varias las herramientas que se requieren para la total elaboración de éste. Así mismo sucede con el liderazgo de la Iglesia, se complementa con la unidad. La unidad en el trabajo eclesiástico es la clave para el establecimiento del Reino de los Cielos en la tierra. Estamos en la responsabilidad de traer a Cristo a los corazones. Estamos en la responsabilidad de crear conexiones entre el cielo y la tierra. En Efesios 4: 3-6 expresa la palabra de Dios que debemos estar “…solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;  un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación;  un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos”. 

Debemos recordar que somos el cuerpo de Cristo, y que como Su cuerpo debemos mantener la unidad. Es el deseo de Jesús que seamos uno sólo en Él. Muchos ministros, por el hecho de haber sido comisionados y ungidos, se lanzan al ministerio por sí solos. Es imposible ser eficaces en el ministerio sin la complementación del resto del cuerpo. Es como si un dedo pretendiera mantenerse vivo estando separado de la mano. “Ya no estoy en el mundo; pero estos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.” (Juan 17: 11).

En este artículo pretendo hacer hincapié en la labor de dos ministerios que aparentemente no tienen mucho en común, pero que en los últimos días me he dado cuenta que uno complementa al otro. Aunque cada uno tiene su misión específica, el fin último de todos los ministerios es traer las vidas a Cristo. En ésta ocasión observaremos, panorámicamente, como se complementan el ministerio del evangelista y el ministerio del profeta.

El ministerio del profeta es el más antiguo y el menos comprendido. Cuando hablamos de profeta a la gente le llega a la mente las palabras “futuro, porvenir, bienestar…”. Muchos piensan que la única función del profeta es la de predecir, aunque esta función está muy marcada en su vida. Ahora bien, las dos principales funciones del profeta son: anunciar y denunciar.

1. Dos significados de anunciar son:
a.     Pronosticar, decir que va a suceder en el futuro.
b.     Dar noticia o aviso de alguna cosa.

Denunciar significa: “Declarar públicamente el estado ilegal o injusto de algo”.

         Tomando estas definiciones de las dos principales funciones del profeta, y extrapolándolas al ministerio de Juan el Bautista, vislumbramos con cuanta excelencia cumplió con estas dos funciones. Juan el bautista se encargó de denunciar las obras infructuosas de su tiempo. Su denuncia consistía en un llamado al arrepentimiento. El estuvo presente para hacer “…volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres…”. (Malaquías 4: 6). Su tarea de anunciar consistió en traer la buena noticia de la venida del Mesías. Se puede ver, en los Evangelios, declarando la venida del Cordero de Dios. El no predicó el Evangelio del Reino, pero si sentó las bases para que el Mesías hiciera aparición y manifestara el Reino de los Cielos. “Voz del que clama en el desierto: preparad el camino del Señor, haced derecha sus sendas.”(Marcos 1: 3).
                                                                
         El Evangelista es un ministerio de masas que está dotado de una unción sobrenatural para provocar multitud de nuevos nacimientos en el Espíritu. Está cualificado para romper con ataduras ancestrales, operar en sanidades diversas y predicar el Evangelio del Reino con eficacia. Esto fue lo que hizo Jesús en Su dimensión evangelística; predicar el Evangelio del Reino. Jesús predicó este Evangelio justo después que Juan el Bautista hubo anunciado Su venida y preparado el corazón de las personas.

         La función del Profeta es hacer declaraciones proféticas sobre el territorio que se va a evangelizar. Anunciar la venida del Mesías sobre dicho territorio. Su misión primordial en todo esto es la de preparar los corazones, los espíritus y las mentes de los oyentes con palabras y declaraciones proféticas. La palabra que desata un profeta llama al arrepentimiento, a la conversión, a la restauración, a la santidad. La palabra profética es creativa; produce, en lo espiritual, los nuevos nacimientos. Luego de que el Profeta haya desatado en lo espiritual, la función del Evangelista es hacer que se manifieste en lo material. Es por esto que a la hora de evangelizar un territorio nos encontramos con términos como: guerra espiritual profética, guerra territorial, entre otros. Cuando estos dos ministerios se ponen de acuerdo el reino de las tinieblas cae por tierra. La palabra profética es la base del evangelismo eficaz. Aleluya.

miércoles, 15 de junio de 2011

El ministerio quíntuple

Antes  de que podamos identificar estos dones, debemos tener bien presente que Dios es un Dios de diseños. El ha elaborado desde antes de la fundación del mundo un plan para la humanidad en general y uno para la iglesia en particular. Nosotros solo somos peritos arquitectos en el establecimiento de los diseños divinos (1 Corintios 3:9-11). A Noé, por ejemplo, se les dieron las medidas exactas para el Arca (Genesis 6: 14-16), asi como a Moisés para el Tabernaculo (Exodo 26: 30). El Señor demandó, en ambos casos, que se hiciera todo tal y como El se los habia mostrado. Nosotros debemos establecer los diseños y propositos de Dios tal y como se nos muestran.

            En el momento de la ascención de Jesucristo, se le reveló a la iglesia cual debe ser su estructura. En la epistola a los Efesios 4: 11-12 el Apóstol Pablo nos dice que “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.” Muchos expertos afirman que en el momento de la ascención de Jesucristo al cielo, Su manto se dividió en 5 partes y que cada oficio recibió un manto. Así tenemos, entonces, el manto apostólico, el manto profético, el manto evangelístico, el manto pastoral y el manto magisterial. Jesucristo es la esencia de los cinco ministerios. A estos 5 ministerios es a lo que llamamos el ministerio quintuple, los dones de la ascencion o los dones hombres.

            Estos dones (ministerios) son los que tienen que ver con la estructura de la iglesia. Es la jerarquia divina que Dios ha establecido en Su gobierno, y en ese mismo orden debe de ser visto.

            Apostol: (del griego apostolos) significa uno que es señalado, marcado apartado y comisionado por Dios para una mision especifica. Muchos antagonistas afirman que no existen los Apostoles en la actual era, alegando que solo se les puede considerar asi a los discipulos de Jesus. A los que piensan de esta manera ¿Qué opinan de Pablo, Bernabe, Aposlos, etc.? Estos son Apostoles de Espiritu Santo. La funcion de los Apostoles es diversa; se mueven en los conco ministerios.

Dos de esas funciones son:
a)      El establecimiento de nuevas iglesias. Delagendo luego ancianos (pastores).
b)      Extender su cobertura a iglesias, ministerios, etc. y ejercer paternidad.

Es de estas diversas funciones donde se desprenden conceptos como: Apostoles Vericales, Horizontales, del mundo comercial, etc.
Las señales apostolicas tiene que ver con los milagros, las señales, el establecimiento del Reino, etc.

Profeta: (del hebreo nabi y del griego prophetes) significa uno que ve antes de un acontecimiento o un vidente de Dios. La funcion de los profetas no es solo el de hablar acerca de acontecimientos futuros. Este tiene tres funciones específicas:

a)      Anunciar los propositos de Dios con la humanidad, iglesia, etc.
b)      Denunciar las obras del maligno y reprenderlas.
c)      Preparar el camino para la segunda venida del Mesias, asi como lo hizo Juan el Bautista en la primera.
Los profetas tambien advierten a la iglesia acerca de acontecimientos futuros, pero esta es solo una de sus funciones más importantes. Ellos tambien corrigen, exhortan, consuelan, etc.
Es importante señalar tambien las diferencias entre: el Espiritu de profecia, el don de profecia y el don de Profeta.

a)      El Espiritu de profecia es el mismo Espiritu Santo derramado sobre la iglesia para que ejerza esta funcion. Cualquier creyente puede profetizar bajo el Espiritu de profecia, no significando con esto que tenga el don de profecia o de profeta.
b)      El don de profecia. Como cualquiera de los dones espirituales puede ser utilizado por el que lo posea cuando se requiera. Esto no significa que tenga el oficio de Profeta. Los que poseen este don de profecia deben ser guiados por profetas más maduros.
c)      El don de Profeta es uno de los 5 ministerios de la estuctura divina. Este junto con el Apostol es un ministerio de poner fundamentos. El Profeta puede dar una profecia cuando lo desee, pues siempre esta en contacto con el padre. Los que tienen don de profecias deben cuidarse de no soltar una palabra profetica sin autorizacion del padre. Una profecia sin autorizacion se convierte en iniquidad.

Evangelista: comisonado especialmente para ganar almas. Tiene una uncion especial para generar multitud de nuevos nacimientos. Se mueve bajo la uncion del Espiritu Santo para: echar fuera demonios, traer sanidades fisicas, etc.

Nota: todos los creyentes, aunque no tengan el oficio de Evangelista, tienen la obligacion de evangelizar (la gran comision).

            Pastor: es el que cuida el rebaño de Dios. Es el que esta directamente trabajando con la iglesia. Tiene la uncion para discipular, romper ataduras ancestrales, traer sanidad interior y fisica, etc. El Pastor consuela, exhorta, moldea. Un verdadero Pastor manifiesta el amor de Dios, y esta dispuesto a dar su vida por las obejas.

            Maestro: es quien se mueve bajo la uncion de revelacion de La Palabra. Este trae iluminacion sobre el texto sagrado. Siempre tiene revelaciones frescas de La Palabra, ademas sabe como enseñarlas. El Maestro trae equilibrio a la iglesia, porque este confirma, a la luz de la palabra, la palabra profetica.

El ministerio quíntuple es la poderosa mano de Dios

Mucho sabemos acerca del Ministerio Quíntuple (Apóstoles, Profetas, Evangelistas, Pastores y Maestros). Conocemos, por ejemplo, que ellos fueron dados por Jesucristo en el momento de la ascensión según Efesios 4: 11 "Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros".  Estos son conocidos como los dones de la ascensión o los dones hombre, porque fueron dados a hombres en el momento de la ascensión. Conocemos también que cada ministerio ha sido dotado de una unción sobrenatural para llevar a cabo su misión aquí en la tierra.

Ahora bien, lo que muchos no comprenden o no quieren comprender es que estos cinco (5) ministerios son la ESTRUCTURA de la Iglesia. Con estructura me refiero a que el Ministerio Quíntuple es la jerarquía del reino de los cielos aquí en la tierra. El Ministerio Quíntuple es la representación del Gobierno de Dios, son los embajadores. Los Apóstoles, Profetas, Evangelistas, Pastores y Maestros son los responsables del buen funcionamiento de la Iglesia, y de que cada miembro del cuerpo de Cristo sea desarrollado hasta la plenitud de la estatura del Varón Perfecto "...hasta que todos lleguemos á la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, á un varón perfecto, á la medida de la edad (estatura) de la plenitud de Cristo". (Efesios 4: 13). Estos 5 actores del plan supremo de Dios son la AUTORIDAD en la Iglesia.

Esto es lo que expresa la Biblia en Romanos 13: 1-7, acerca de la autoridad:
“Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos. Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo. Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia. Pues por esto pagáis también los tributos, porque son servidores de Dios que atienden continuamente a esto mismo. Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra."

Este pasaje está bien claro, someterse a TODA AUTORIDAD. El problema de muchos creyentes es que se someten al Presidente de la nación y su gabinete, a las autoridades policiales, a los entrenadores, a los maestros, a los padres, a la pareja, etc., pero les cuesta someterse a las autoridades de la Iglesia. Pagan los impuestos, pero les cuesta pagar el diezmo. Honran a los padres naturales, pero les cuesta honrar a los padres de la Iglesia.

Estamos enfrentando tiempos muy difíciles dentro de la Iglesia de Dios. Aunque estos son tiempos de la mayor manifestación de la Gloria de Dios, también percibimos que una gran rebeldía está influyendo a muchos cristianos. Ministros de alabanza y adoración, lideres de pequeños grupos, intercesores, etc., han sido perturbados con este espíritu. Hay que saber que quien no se sujeta imita a satanás. La rebeldía fue la causa de la caída del diablo. Hoy el anhela ver a muchos cristianos caer para que de esa manera se merme el propósito de Dios. Debemos ser más astutos que el diablo y someternos hasta que nos duela. El mayor ejemplo de todo esto es Jesucristo, en Filipenses 2: 8 expresa que  … hallado en la condición como hombre, se humilló á sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”

“Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte cuando fuere tiempo…” (1 Pedro 5: 6).

Este pasaje de la 1 Epístola del Apóstol Pedro comienza exhortando a la Iglesia acerca de la relación Liderazgo-Pueblo. Presenta, brevemente, cuales deben ser las pautas que deben tomarse en cuenta para que esta relación sea eficaz. Les dice a los líderes que apacienten la grey de Dios con excelencia, y a los jóvenes que estén sujetos a los líderes. Luego leemos en 1 Pedro 5: 5b que “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.”

Tomando esto como referencia, me atrevo a decir que el Ministerio Quíntuple (Apóstoles, Profetas, Evangelistas, Pastores y Maestros) son la Poderosa Mano de Dios. Es el mismo Señor extendiendo Su mano para traer restauración, sanidad, liberación, etc., sobre Su pueblo. Además la función de este ministerio es “… perfeccionar a los santos para la obra del ministerio…” (Efesios 4: 12).

Cuando nos referimos al Ministerio Quíntuple lo comparamos con una mano de hombre. Dios está llamando a Su Iglesia a que se humille bajo Su poderosa mano. Los Apóstoles, Profetas, Evangelistas, Pastores y Maestros son la poderosa mano de Dios. Muchos anhelan recibir promoción, pero no se han percatado de que la exaltación de parte de Dios viene como consecuencia de haberse humillado bajo Su poderosa mano. La humillación es la principal señal de sumisión y acatamiento. Otra vez les digo “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte cuando fuere tiempo…” (1 Pedro 5: 6).